Cuando me siento durante dos segundos mas a escribir algo que tengo ganas de escribir, resulta raro poder dejar de decir las mismas y conocidas palabras de siempre
Cuando esto ocurre, cuando recurrimos a palabras ya conocidas, nos vemos reflejados en experiencias vividas, en recuerdos de caracteres pasados.
Y son estos mismos caracteres los que nos marcan y amotinan al ver que solo seguimos recurriendo al supuesto pasado.
Cuando quiero lo seguro, cuando no tengo mas ganas de buscar por ahí, cuando todo lo que cambia a mi alrededor es una especie de numero indeciso, se que otra vez mas, están ahí.
Las coincidencias en la gran ciudad escasean, y cuando se presentan, por algo son.
¿Qué pretendemos de los reencuentros? ¿Son acaso, esos momentos de cero tensión los que nos aglutinan dia a dia tras la búsqueda de la eficiente persona inexistente?
Y ahí esta, en la inexistencia, imposibilidad, lejanía, de lo que realmente queremos.
Mi pasado, como el de muchas personas que conozco, es algo presente en nuestras vidas. Las cosas fueron parte, o dejan caminos abiertos que nunca terminaremos de cerrar.
¿pero que pasa cuando lo único que tenemos son caminos abiertos? Intentamos cerrar alguno o vamos por mas?
En mi buenos aires preñada, donde cada individuo genera varios dentro de si mismo y los escupe cerca de algún túnel oscuro, es ahí, en esos lugares, donde mi individualización comienza a tomar otro camino, y es ahí, cuando comienza a asustarse.
Hasta que punto necesitamos la verdadera seguridad del otro? No somos lo suficientemente fuertes para afrontar la vida solos? Y si lo hacemos, ¿hay algo malo en eso?
Dentro de nuestro gran mundo posmoderno conviven desparramados por ahí, algún que otro personaje pintoresco rescatado de la modernidad.
Y ellos son, hoy en dia, las joyas preciadas, o los verdaderos mosntruos de la sociedad indie.
Tenemos dos opciones, o los tomamos tal cual son, o seguimos en la búsqueda constante de jugueteos sexuales inadvertidos. ¿son ellos acaso los que todavía dejan espacio relleno constante sobre la vida de los chicos especiales?
Hasta cierto punto, creo que mi debilidad por los hombres, sumada a mi búsqueda de un verdadero mosntruo generara en mi y en cada una de las personas que conozca un rechazo de skin innecesario y terriblemente defectuoso.
Hay dentro de uno el poder suficiente para convertirse en un verdadero monstruo de lo indeseado? ¿Qué mas hay que saber para convivir con ellos?
Hasta ahora, solo puedo decir que mi individualización y la de mi entorno, se va contagiando de un virus peligroso, que es el mismo lenguaje virtual, relleno de esperanza, ilusión, desengaño y alto contenido sexual. Tras eso, tres o cien líneas, imágenes, juegos y un mundo vacio, repleto de personas vacias.
Que necesitamos entonces para rellenar esos huecos? Con un par de pesos y buenos amigos, debo decirles, que no es suficiente.
Hay algo mas detrás de la luminosidad de la pantalla aplanada, un supuesto tercero intentando sentir a través de una maquina que rebobina historias del pasado, y nos proyecta la mejor película en 15 minutos.
¿Quien sabe después de todo como son los reencuentros? Todavía la respuesta no la tengo. Pero si varios compañeros de cruzadas en viajes de colectivo.
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